De vuelta con novedades... Esperando a Martina

Todo lo que he publicado desde que nacieron los mellizos os puede dar una idea de lo bien que me he organizado...
¡Fatal!
Han pasado 17 meses con la lengua fuera, la ojera perpetua y muchísima felicidad.
Sé de muchas multimamás que se apañan divinamente y mantienen sus bitácoras de mil amores, cada vez más interesantes y molonas (qué haríamos todas las bimamás sin somosmúltiples??).
Yo no soy de esas.
No he sido capaz de escribir ni medio segundo desde que nacieron.
Solo ellos y volver al curro, desafortunadamente después de una baja demasiado corta para mi gusto (4 meses y 20 días de caca)



Ahora ,los gamusinos se acercan al año y medio, dicen alguna palabra (pocas, son lacónicos, básicamente mamá, papá, caca, agua, más, chica -les flipan las salchichas- tita -que es Lisa, su muñeca de la guarde- titi -que es Mini, son muy fans- y Peppa -sí. el cerdo odioso), saben dónde están los ojos, la nariz, la boca y la cabeza...ah, y los pies y las manos (y también gli occhietti, il naso, la bocca e la testa, le mani e i piedi), hacen algunos ruidos de animales un poco anárquicamente y son absolutamente guays y divertidos. Están muy majaretas y se ríen mucho. También son inverosímilmente suicidas, un poco ninja trepadores de más para mi gusto y tienen auténtica obsesión por tirarse desde el sofá.
Agotador.

aquí mi rubio en acción. Nada le detiene hacia sus lego. Si tiene que vaciar estanterías y trepar, lo hará

Pero si retomo el blog no es para daros envidia de lo bien que lo paso con mis patatosos...
En realidad, no es solo eso.
Es que el 1 de diciembre, así de sorpresita, nos enteramos de que de ser bipapás... íbamos a pasar si todo iba bien a tripapás...
Sí, esta vez solo uno (UNA) lo pregunta todo el mundo.
Aunque mi tripa es más gigante que la de los mellis. Lo juro.
Y ahora que alcanzo casi las 25 semanas, que mi gine dice que la pequeñaja pesa ya 750 gramos, que esperamos que no haya sustos más... y ahora que mi marido se queda un segundo con los bichos antes de los baños, y los lavados de pelos y la cena... me digo, voy a contárselo a mi blog, aunque imagino que no quedará nadie por aqui pendiente de nuestras andanzas.

Total que, si me apaño, vuelvo. Que esto de los segundos embarazos (aunque sean unibebíticos) es un universo.

Os dejo con una foto de mi desmesura:

yo, mientras siesteaban apaciblemente