Monstruos robot _ manualidades con peques (1)

No sé si os conté que mis peques están enloquecidos con la peli Monsters Inc y que la quieren ver en bucle, una y otra vez.
Lo que sí os conté seguro es que la profe de A y M me insiste para que cuidemos el agarre del lapiz o instrumento de lectura, así que, cuando puedo, les pongo a dibujar y colorear, que le encanta, sea con tizas en el jardín, sea con otros materiales (ideas bienvenidas, por cierto)

Ayer se nos nubló la tarde y aunque no hacía mal tiempo no había forma de hacerles salir a jugar fuera, al jardín, a mi juicio lo mejor y más entretenido para ellos... así que como prolegómeno, mientras terminaban de merendar les propuse una manualidad rapidita y, sorprendentemente, aunque era una tontuna, les gustó. 

Y es que les dije que íbamos a fabricar un monstruo. Aunque no es nada del otro mundo y aunque mis hijos la terminaron (o se aburrieron) a los 35 mintos, la comparto por si os soluciona una tarde de lluvia

Los materiales son una bobada, los tienes en casa fijo: 

- un cartón de leche (aquí el 80% de los cartones de leche tienen tapón redondo lo que nos funcionaba estupendo para la boca)
- Dos pajitas de colores para los brazos
- Pegatinas de ojos (yo cogí un montón el otro día en Soima, con Andrés, y le divirtió encontrarlas en esta mega tienda maravillosa y elegir tamaños, si no tienes estas pegatinas -que son bastante divertidas porque las pupilas se mueven- los puedes dibujar o usar botones, semillas o tapones pequeños)
- Tempera y pinceles para colorear
- Pompones y otros atrezzos, opcional

El proceso es más tontorrón aún, porque después de haber hecho dos agujeritos en los lados del cartón para insertar las pajitas-brazos, la idea es que los peques pinten todo el tetrabrick y no me preguntéis por qué pero el caso es que se concentraron un montón y lo hicieron todo parejito, estupendamente, incluida Marti (que ayer cumplía 20 meses)


Ellos los pintaron uniformes pero si los hubieran hecho de rayas o con lunares o les hubieramos pegado encima pegatinas o gomets hubiera ido genial.

Lo de colocar los ojos les encantó y aunque yo les instaba a ponerles más de dos (que para eso eran monstruos) prefirieron optar por la solución conservadora y colocaron un par y en su ubicación standar, sobre la boca. En ese momento los monstruos no eran monstruos ya, sino robots.

Íbamos a ponerles antenas y piernas con limpiapipas pero para entonces ya se habían hartado un poco y querían salir a regar las plantas (lo normal) no sin dejar de pasar por el lavado de manos que me dejó el baño como os podéis imaginar... hecho un cromo

Lo que sí le colocó Mía a su robot fueron dos pompones a modo de orejas (también Andrés lo hizo) pero se nos dio regular lo de que se pegasen con solo cola de niños o papel celo...

El caso es que por la noche estuvieron jugando un rato con sus robots y también esta mañana en el desayuno...

Lo cierto es que son monísimos ¿no os parece?



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