Las 10 cosas que hacen mis hijos que más me sacan de quicio

Ya sé que es muy políticamente incorrecto. Que los post de crianza sirven sobre todo para decir lo maravilloso que es ser madre. Y es así. Es maravilloso. Pero los críos (no sé si todos los críos, mis hijos sin asomo de duda) son capaces de sacarme absolutamente de mi casillas, de zarandear mi paciencia y llevarme al final del día como si me hubiese marcado un maraton de luchas de sumo. Que sí, que son muy ricos. Pero agotan. Agotan hasta la extenuación y el desaliento. (y a veces no puedo evitar ponerme a gritar como una loca de la colina, que es algo como muy feo y frustrante y chungo)
Quizás por eso escribo este post hoy, jueves, sin guarde ya ni nada que se le parezca (no sin insistir en que escribiré por justicia otro sobre las 10, o 10.000 o 10 millones o trillones de cosas, hiper adorables y amorosas que hacen que me derrita de amor).




Tómese este post, pues, por una catarsis o un modo de hacerme ver a mí misma que no es "pa'tanto". Como sea, mis hijos (recuerdo, tres querubines, mellizos de 33 meses y pipiola de casi 12) me colocan al borde de la embolia cuando:

1) Se pelean salvajemente. (los mellis... eso las monomadres ni lo huelen). Pelear salvajemente implica arrancarse la cabellera un mellizo a otro, por ejemplo... guarda, mamá, y el puño lleno de pelos.. que me da un parraque y me salta la vena de la cordura cuando lo veo... o, de nuevo, manos en los pelos del contrincante, en pose digna de Hulk Hogan, aporrearle la cabeza contra el suelo... Juro que jamás mi marido y yo nos hemos tratado así, que me llena de estupor y que me entristece y enloquece a partes iguales.

2) Juegan a saltar y empujarse en el sofá (al lado de las ventanas y sus aterradoras contraventanas con hierro forjado) o en la cama. Que sí, que es super diver saltar, y que la cerda esa insoportable lo hace sin parar en los charcos y Masha en la cama de orso, y que es muy bonito... pero sencillamente no lo soporto.

3) Me ponen la lavadora 32 veces al día, o me paran el programa y me lo cambian por otro, o me marean la ruedita de la temperatura o, de cero, me hacen ellos la colada (il bucatto) que se les antoja. Que no digo que en un futuro pueda sacar algún provecho a su afición a las labores del hogar, pero lo de la lavadora hasta la fecha es heavy metal.(por no hablar de lo que cuesta aquí la electricidad)

4) Me tiran de los pantalones (en la calle y con las manos ocupadas, habitualmente con Marti dormida en brazos o similar) y son pantalones que me estén un poco grandes o de esos que no tienen botones sino goma solo jipiveraniegos. Y me dejan en bragas. Literal. Que ahora me río (hace falta ser tonta, seguir insistiendo en ponérmelos), pero no suele hacerme gracia (tengo poco sentido del humor tras 33 meses de gulag de insomnio). Sobre todo si va acompañado de algún cabezazo en la entrepierna. Afortunadamente sucede con frecuencia solo relativa (no como lo de la lavadora, que es un contínuo)

5) Se niegan a abandonar el bidé, o la ducha, o el lavabo, pero en redondo, que no es que dure el aseo o el baño 10, 15, 20, 40 minutos... es que debería durar toda la vida, y no basta argumentación, persuasión, ni chantaje vil (chocolate, patatas, tablet incluida), que no hay tutía, y si uno insiste, te patean y empapan, que parece que viniera uno de la pesca del atún, más que del bañito de la noche.

6) El CSI de orinal por parte de la canija, que yo creo que va para química o para masterchef, pero es ver un orinal usado y se desvive por colarse en él. Qué hartura

7) Siguiendo con la escatología, el día que les da por tocarse pito o culete en el cambio del pañal (cagado). Que ya les puedes dar el mytosil, el reloj, las gafas o una réplica de Vélazquez, que hay que meter sí o sí las manos en la mierda. Y me da mega ascazo, así sea caca de bebé... me da asco, no puedo evitarlo.

8) El lanzamiento de juguetes punzantes, véase el dinosaurio de goma y cola afilada, las lego más gordas los instrumentos de percusión... o bueno, en realidad todo juguete. Sé que mi hijo está en flipe total con sus habilidades de lanzamiento de altura (que, en verdad, son notables), pero lo de la gravedad lo pilla menos. Y, carajo, el dinosaurio hace mucho daño... (sobre todo cuando uno hace de escudo humano de la benjamina)

9) Los "asaltos" de los mellis cuando estoy agachada atendiendo a uno de ellos o la pequeña, que se me cuelgan a la chepa, me tiran del pelo, me ahogan... que sé que es por amor y por jugar. Y que la culpa la tengo yo por darme al juego bruto con frecuencia... pero en una de estas se quedan huérfanos (hace un rato casi entro en apnea...demasiado énfasis de mi prole)

10) Creo que es todo... bueno, no, me estresan mucho esos típicos días lloricas porque sí (a menudo por celos en nuestro caso, pero eso es un tema más serio, del que ya hablaremos) el día del buuuuuuu, guuuuuuuuu, sobre todo si el día empieza a las 7 y es un non stop, de madre orquesta prácticamente sola ante las fieras, hasta que mi marido vuelve del curro, sobre las 19.45

(queridos hijos, mis tesoros, si leéis esto en un futuro, perdonadme, no solo sois muy ricos, sois lo mejor del mundo, Así y todo, no quiero que cambieis ni en un milímetro. Soy yo la que no está a la altura. La que no debería enfadarse. La que no debería dejar ver el agotamiento y el estrés y las morriñas un poco tontas en que me hace caer este brutal cambio de vida...).

Comentarios

  1. Suscribo uno por uno todos los puntos y añado cuando un mellizo se empeña en tener lo que tiene el otro. La mayor chorrada se convierte en el juguete más precioso del mundo en manos del otro mellizo.

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  2. Me siento totalmente identificada contigo...eres mi alma gemela al otro lado del charco :-)

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  3. Me siento totalmente identificada contigo...eres mi alma gemela al otro lado del charco :-)

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  4. No tengo mellis pero sí tres fieras pequeñitas y en casa sucede lo mismo jajaja

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  5. Yo llevo una especie de diario de mis hijos desde que nacieron, y de vez en cuando pongo listas como "ahora dices mucho tal palabra" "solo quieres jugar a esto" y "me sacas de mis casillas haciendo...".
    Los quiero a rabiar, a los 3, pero hay momentos en los que me veo SOLA con un mellizo llorando en su cuarto porque se quiere bañar, la niña en su baño feliz (y a la que no puedes soltar) y la mayor gritando desde el salón porque necesitas que vayas ya!...ahí le daba al botón de "pause" lloraba un poquito y seguía...
    No creo que seas peor madre por escribir esta lista, eres una madre que está toooodo el día con sus niños, y como toda convivencia tiene sus momentos

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  6. Yo llevo una especie de diario de mis hijos desde que nacieron, y de vez en cuando pongo listas como "ahora dices mucho tal palabra" "solo quieres jugar a esto" y "me sacas de mis casillas haciendo...".
    Los quiero a rabiar, a los 3, pero hay momentos en los que me veo SOLA con un mellizo llorando en su cuarto porque se quiere bañar, la niña en su baño feliz (y a la que no puedes soltar) y la mayor gritando desde el salón porque necesitas que vayas ya!...ahí le daba al botón de "pause" lloraba un poquito y seguía...
    No creo que seas peor madre por escribir esta lista, eres una madre que está toooodo el día con sus niños, y como toda convivencia tiene sus momentos

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