10 efectos colaterales (psicodélicos) de la 'Operazione Pannolino'

No es que me haya dado yo mucha prisa por quitar el pañal a mis churumbeles. El verano pasado, así como en mi octavo mes de preñez, compré un orinal de Ikea y quité el pañal a los mellis, (a la sazón 20 meses), así sin más, a lo loco, que les veía como con mucho calor. Después de cuatro fotos cuquis (y alguna no cuquí, sino asquerosa pero orgullosa, foto de misión cumplida tan falaz, por lo casual, como pavoneante) y 27 fregados de pises y cacas ubicuos, mi panza desmedida y yo decidimos que la función terminaba su temporada 2015 y ya si eso en 2016 reintentábamos..




Así ha sido. Eso de ir al cole de verdad con pañal está como mal visto (no muy mal visto por las simpáticas monjitas de mi barrio, todo hay que decirlo) y pese a cierto desinterés por parte de cierto mellizo cuyo nombre no escribo y pese a cierta acumulación de deberes con eso del fin de la guarde y tal, me dije yo que nos poníamos a ello (mellis con 33 meses) y puedo decir, con orgullo y satisfacción que va muy muy muy encaminada la cosa, vamos, requeteencaminada, que no digo que superada no sea que mañana se caguen encima 30 veces.
Tan encaminada que cuando al pobre Andrew esta noche se le ha escapado "la pipí" (aquí la pipí es femenina, y se escapa) en plena hipnosis de dibujos animados, y ha venido todo compungido a decírmelo y le hemos preguntado "come mai? (y eso?)" y ha contestado "ho sbagliato" (me he confundido, ha sido un error)... casi me ha dado morriña de mi bebé pañalero, tan mayor le he visto, tan maduro, tan fabuloso, tan guapo además, todo meado el pijama... ese "ho sbagliato" que os juro me ha llenado de ternura. Todos nos confundimos, Andrés, yo más que nadie (yo que había escrito sbagliare con v, por ejemplo). Ojalá sepa enseñarte a no tener miedo a sbagliare...

Como sea, que me pongo lela, me apresto a enunciar algunos efectos de esa que ahora me atrevo a añorar "operazione Pannolino", operazione que ya querrían las napoleónicas ser así de intensa y tremebunda.

1) Podría ser que tu casa acabase literalmente "okupada" por doquier de orinales. Nosotros empezamos con uno pero mi escasa capacidad de reacción Marti en brazos, me hizo enseguida acaparar otros destacamentos, y he acabado con cuatro orinales, dos adaptadores de water y multitud de poses para hacer pipís discretos "on the road" (o en el jardín).

2) Podría ser que algunas áreas de tu hogar adquiriesen cierto olorcillo a urinario público (que no hay napisán ni desinfectante que valga). Muchas pipís, muchas mutandine (micro braguitas y micro calzoncillos) que lavar, muchos suelos que fregar, muchos hijos y pocos brazos (dos).

3) Podría ser que te pases de fervor y entusiasmo en los festejos... dicen que está genial celebrar los exitos orinaleros de la prole pero mi canción "la pipi gialla" (el pipí amarillo) ha tenido más éxito que aquel tractor homócromo... era tal la dicha de mis hijos cuando se la cantaba tras sus triunfos que días ha habido que me han pedido el orinal 45 veces (por dos) Cierto que es una canción fabulosa y la coreografía, no digamos... la de la cacca es un poco menos divertida

4) Podría ser que mantener tu palabra con los sobornos conduzca a tus hijos a una diabetes, o a mini-indigestiones... Cielo santo, cómo hacen pis tantas veces al día... cada día compro chocolates más pequeñitos, pero menor que el smarties no encuentro nada...

5) La adquisición de autonomía mingitoria podría venir acompañada de autonomía higiénica a todos los niveles... vamos, que quieran pasear (tipo procesión), limpiar y pulir ellos el orinal, y luego limpiar ellos su culete, y luego lavarse las manos y luego volver a empezar... si eso va acompañado de botes festivo-laudatorios... vamos, que algún salpicón de pis por ahí, cae

6) Podría ser que tu hija menor quiera participar de todo ello... bailando, aplaudiendo, subiéndose a orinales (ocupados o no), o recibiendo algún salpicón que otro. C'est la vie. Aarggg

7) Podría ser que el papel higiénico adquiriese un atractivo especial (tanto para los mellis involucrados como para la benjamina) sobre todo si es ese papel tan amoroso y adorable que ha comprado la tía... ese de bambis y pajaritos y mariposas, que me muero de pena cada vez que le cae un zurraspillo al conejito azul, que es mi favorito.

8) Podría ser que ese papel higiénico luciese en adelante en tu baño siempre tal que así



(el intento de borrar las huellas del crimen me produce infinita ternura, que estoy tierna hoy...)

9) Podrías atravesar momentos transicionales algo excéntricos tipo que tu hijo te pida el pañal para hacer caca (solo caca) pero apenas finiquitada, se empeñe en verla, y en limpiarse él solo, de manera que se despoje de aquello que le sobra y su curiosidad le lleve a acabar rebozado tal que entero (y no solo él)...

10) Podría ser que te desesperases, que te aburrieses, que te resbalases en pis y cayeras de culo, que te enfadases y desenfadases... y que un día acabases añorando todo ante una carita preciosa que te dice, "scusa mamá (mis hijos siempre me dicen mamá en español) ho svagliato"

Sois unos máquinas, hijos míos... solo os queda practicar un pelín el recogido de papel higiénico.

Comentarios

Entradas populares