Looks playeros en mi semana 32

¡Y nos fuimos de puente! Después del Corpus, mi trabajo dio un viernes festivo, la universidad cerró y mi marido, mis garbancillos y servidora nos escapamos a Altea a saltar olas (ay, la ciática), a zampar arroz abanda (la báscula se ha chivado con noticias nada buenas en cuanto a mi evolución de peso) y a  rebozarnos en la arena.

Y ahí lo di todo en estilismos de preñez extrema. Porque en mi hábitat urbano puede que me venza el comedimiento y la cordura (y la falta de tiempo) pero en la playa hay un poco de carta blanca para excesos. Así que en cuatro días consecutivos de sol, de sal, de crema pantalla total para los gamusinos y de felicidad inconmensurable (y también de agotamiento máximo y de bártulos sin fin), mis estilismos vertiginosos pasaron por:

1) El pantaloncillo corto, bastante austero, y la camiseta sin estridencias (la única, que me hice unas coletas que es lo más cómodo del mundo con mi corte de pelo actual, y pareceré la tonta del bote pero ande yo caliente... o más bien ande yo fresca...). En suma, todo como muy apropiado y sin audacias. Eso fue el día que llegamos. Pronto me iba a despendolar.
Esta foto gana mucho con mi pequeña patatilla feliz de la mano. Iba comiendo un helado de Hello Kitty (que realmente se comió su camiseta y sus sandalias)
2) El vestido boho-hippie, de algodón blanco y súper cómodo, que me regaló en el embarazo de los mellis la hermana de mi marido y que entonces, sin playa de por medio, solo usé alguna vez cual camisón. Aquí los accesorios de sombrero y gafas subrayan el aire playero total. Look de sueca loca número 1.

dwe frente primero. Es un poco camisón, pero en la playa cuelan esas cosas...

y aquí se aprecia mejor el volumen barriguil. De perfil
3) Vestido de boa constrictor que, a estas alturas de embarazo, es un poco too much para enclaves urbanos. Delator donde los haya con lorzas traseras. Usar con moderación.


4) Y el frenesí extremo. La locura máxima. El despendole. Un postplaya ya sin pantalón ni na y confiando solo en el estampado floral y estival de una blusa que me compré en HM hace poco y a la que estoy dando mucho juego. Sin sombrilla al hombro y picina bebesca y colorida no sería igual de molón. La verdad, lo hemos pasado bárbaro. Y recuerdo esa mañana playera como una de las más estupendas y divertidas de mi vida... eso sí, llego a saltar una ola más con bebé en brazos y no respondo...





Comentarios

  1. ¡Ostras, nena, eres mi ídola! Presumiendo sin tapujos de barriga, sí señor.
    Mi favorito, el vestido boa constrictor. ¡Vivan los excesos!

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  2. Jajaja! hay que gozar la panza mientras es de preñez!

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