Mis vicisitudes con la lactancia (post revival)

Ahora que ya estamos en semana 33, intento refrescar temas del primer embarazo y rescatar sabidurías (pocas) que puedan servirme para acoger a Martina de la mejor manera.

Uno de los temas estrella es la lactancia. A mí no se me dió del todo bien, las circunstancias tampoco eran las más fáciles... pero estoy orgullosa de que lo peleé cuanto pude... aunque a teta mixta, aguanté hasta pasados los 6 meses... por eso me atrevo a contaros un poco cómo fue el asunto.


super parecida a la de Giselle fue nuestra lactancia en el postparto
1) Pese a que era una de mis obsesiones gestantes, pese a que estaba emocionadísima con la idea, me quedé sin piel con piel. Ni para mí, ni para mi marido. Es decir, mi piel con piel con garbanza igual duró un minuto. Con garbanzo cero pelotero. Si leéis sobre el parto garbanzo veréis que tuvo sus complicaciones y que, al hacer un poco de atonía con una hemorragia bastante bestia, me quitaron a garbancita de encima enseguida. Mi peque en traumatología con su alita herida. Eso y las horas que pasé en UCI no debieron de ayudar. Pero nada.

2) Cuando subí a planta a eso de las 2 de la mañana, sin beber agua desde las 8 am (am!!!) del día anterior, creo que no estaba súper hidratada. Vamos, estaba al borde del desmayo. Mi pequeño dragoncito hambriento (le habían dado un bibe pero tenía unas ganas de teta que no imagináis) se me enganchó al pecho maravillosamente, Pero a la pobre no le salía na de na. La cara de asco y decepción que me puso la matrona la recordaré para siempre. Básicamente me culpó de fallarle a mi hija. Una está muy loca en el postparto como para que le hagan eso (y bastante culpable me sentía yo ya por el brazo roto de mi pequeñuelo)

3) Porque sí, garbancito se rompió el húmero izquierdo en el parto. Y lo escayolaron (así estuvo 40 días) Os garantizo que eso no hace que una multimamá se apañe para dar teta muy habilidosamente. Vamos, que era difícil de narices colocarle y eso de teta doble como que de primeras nanay.

4) Además la leche me tardó en subir. Yo había leído sobre subidas instantáneas, sobre pechos rebosantes inmediatamente después del alumbrimiento, y deliciosos y nutritivos calostros sabrosamente paladeados según salían los peques por el canal de parto. Mi leche tardó en subir 5 días. 1, 2,3, 4 y 5.  De ahí no salía na de na de na. Qué angustia. Los tobillos y pies como Frodo y las tetas cual desierto del Kalahari... ¿por qué no se iba el líquido al lugar correcto? Y gracias a que el bendido sacaleches de Medela prestado y la perseverancia me devolvieron la cordura. Porque al cuarto día y medio algo recolecté (algo, tipo 50ml entre las dos)... y fui feliz. (A posteriori, y aunque yo me encontrase al borde de la histeria, montones de mamás y expertas me han dicho que es de lo más normal del mundo que la leche tarde en subir 4,5, 8, 12 días)

5) En este punto, la que de verdad me salvó de enloquecer y de sentirme no solo realmente dolorida (con ambos pezones sangrando y carne de gallina en cada uno de los milímetros de mi piel cada vez que oía berrear) sino también frustrada y frustrante como madre inútil... fue mi asesora de lactancia. A quien recomiendo infinitamente. Mi Mary Poppins de la teta. Hablo de Inma Mellado, que no solo es un encanto máximo sino que, fuera de Madrid por ir a nacer precisamente mis patatillos en pleno puente de Halloween, me llamó por teléfono varias veces, me alentó, me resolvió dudas... y en su primera visita a casa corrigió totalmente el agarre de la peque y casi del todo el del chiquitín. No volvió a dolerme más. Tiré a la basura las odiosas pezoneras del demonio (invento maldito) y a partir de ahí la teta se me dio mucho mejor.Pero muchísimo mejor. Vamos que triunfamos!

Es verdad que mi pediatra nunca me dejó quitar el complemento de leche de fórmula (igual tiene bonus de Almirón), es verdad que mis peques se han tirado su vida en percentil 25-30 de peso, pero aguantamos la teta bastante (y el teteo no es fácil con sus crisis y su insomnio perpetuo y sus rollos... y su bibe de postre siempre, que menudo tostón). Pero yo recomiendo a Inma incondicionalmente tanto que, si todo sale bien, me ayudará también con garbanza III.

Tiene varios packs de "sesiones de apoyo" y asesoramiento y yo cogí el Buen comienzo Premium... y de verdad del dinero mejor gastado en el postparto... Eso y mi sacaleches doble. Pero del ordeñador hablo otro día.

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