Visita guiada a la maternidad del Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles

Que me ha dado a mí este embarazo por irme de maternidades... vicios que tiene una.
El pasado 26 de junio, aprovechando que mi amiga T* iba a acercarse a ver este nuevo hospital, muy devoto del parto natural y respetado, me colé en su coche y para allá que fuimos.
La hermana de T* trabaja de matrona en este centro y tenía muy buenas referencias así que en mi búsqueda del lugar ideal para que Garbanza III venga al mundo no quise quedarme sin verlo. (chicas, un millón de trillones de gracias, aprendí mucho mucho)



En cuanto a filosofía o "modus operandi" el Hospital Rey Juan Carlos es muy similar al de Torrejón. Abogan por ser mínimamente intervencionistas, tienen una piscina molonga por si te da por dilatar ahí (dilatar más que parir, parir también puedes pero así de estrangis nos chivan que a las matronas y gines lo del parto en el agua no les apasiona y que puede ser una gorrinez -o eso entendí) y son contrarios a enemas, episiotomías, cesáreas no humanizadas (el término cesárea humanizada me encantó) y grandes fans de las pelotas de Bobath (ya me hice con una, pronto os la enseño)

El que el hospital tenga ya casi tres añitos de vida, aunque huele a nuevo y las habitaciones (con dibujitos en puertas, paredes y sobrecamas) están impolutas y dan ganas de morir de amor, hace que tengan los protocolos ginecológicos ya bastante establecidos.

Pero diría que una de sus grandes bazas es lo nuevo novísimo que está, que ni parece un hospital. Todo como muy organizado, boxes de atención en urgencias, cerquísima de paritorios y estos prácticamente junto a quirófano. Los paritorios son chulísimos, con esas camas que parecen un transformer y te dan para parir haciendo el pino si te apetece y con las cunitas de reanimación listas y dispuestas.

He aquí el hospital, que a mí me parece que estuviera envuelto en papel de burbujas

Las habitaciones también muy pintonas, con sofá cama estupendo para el acompañante y, sobre la posible acción okupa de los mellis garbanzos, sin problemas. Ahí como si te montas una comuna bebesca, mientras te lleves tú las cunas de viaje...

Los peros, la UCI, que es tipo Torrejón, IIa. No da para grandes prematuros sino solo a partir de 32 semanas y, bueno, pues tampoco tienen Hospital Materno Infantil del nivel de la maternidad de O'Donnell, o eso me pareció interpretar.

Aunque la matrona que dio la charla, muy guapa y pizpireta, me parece que lo hizo bastante bien (salvo algún comentario asustador que creo que estuvo de más), y el neonatólogo inspiraba como mucha confianza y parecía un tipo muy competente... ¡¡el ginecólogo era un horror!! No solo era oscuro y como mohíno (pobre, eso no es del todo culpa suya), sino que no se le entendía nada de nada y lo que se entendía me olía un poquillo a aterrapreñás, que parecía que todo parto podía transformarse en una escabechina... no digo que un parto no pueda ser una sorpresa... pero... bendita ignorancia.

Total que me ha gustado mucho este centro, pero por ubicación y logística, creo que mi balanza se sigue inclinando por O'Donnell... os iré contando.

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