Gessetti colorati
Uno de nuestros (mis, desde luego mis) juegos favoritos en absoluto, ahora que el tiempo lo permite, es sacar el paquete de tizas (de gessetti) y, lo mismo que hace Dick Van Dyke en la célebre escena de Mary Poppins, decorar todo el suelo de cemento en torno a casa, atiborrarlo de animalujos, monstruos, gigantes, personajes de cuento, mariposas, letras, números, juegos de Rayuela (la campana, lo llaman aquí) y castillos encantados.
En cuanto llega febrero, me aprovisiono de cajitas de tizas (tizas blancas que venden en el estanco, tizas multicolor como las de Soima, hasta tizas enormes con purpurina que encontré, de la marca Crayola, en Prenatal) y, si no llueve, les saco al jardín a decorar la acera.
Justo el viernes antes de Carnaval, que Mía estaba en casa malita con el estreptococo, nos marcamos juntas un Arlequín gigante (copiado al de la lámina que habían estado coloreando en clase y que la maestra Celmira, como hace siempre, había colgado orgullosamente en la pared de los trabajillos de alumnos).
Me consta que era la envidia del vecindario. Y es que nos quedó fetén.
Los lamidos de la lluvia de los días siguientes, cómo el agua fue borrando y mezclando los colores, produjeron un efecto casi tan interesante, tan digno de atención y curiosidad, como el arlequín primigenio.
Volvimos a repintarlo, días después, en blanco y negro (cuestión de abastecimientos), lo acompañamos de una Peppa Pig con casco, del Castillo de Disney, un par de gigantes con solo un ojo (¡son Polifemo! me asegura Andrés, que es el encargado de rellenar caras y los ha hecho así), un pulpo, una especie de oveja monstruo (también obra de Andrés) y montones de letras "M", que son últimamente, la especialidad de Mía. Martina contribuye con trazos coloreados.
Y de nuevo la lluvia nos borró nuestra creación.
Pero somos infatigables y ayer ya habíamos llenado de nuevo el espacio delante de la puerta de ingreso de mariposas, Peter Panes, Wendys, Campanillas (aquí el hadita se llama Trilli), pirañas aterrorizantes, letras M y arabescos coloreados.
Me dice mi amiga Patch que en Tiger venden tizas gigantescas, pero Tiger nos pilla bastante lejos. Veo en Amazon montones de cubos de tizas enormes, aunque a veces se quejan en las reseñas de que llegan todas rotas y hechas una pena (He caído y he comprado estas, no he podido resistirme a eso del efecto 3D, ¿funcionará?)
Tengo que seguir puliendo la técnica pictórica, a ver si un día conseguimos, como mi deshollinador favorito (con o sin ayuda de Mary), saltar dentro del cuadro, y acabar echando carreras supercalifragilisticoespialidosas.
PD: Cada vez que reveo Mary Poppins me acuerdo del disfraz que me regaló mi madrina de pequeña, que era justo el vestido que lleva la niñera "prácticamente perfecta en todo" cuando gana la carrera de caballos y le hacen una coreografía los pingüinos. Me chiflaba ese disfraz y me pregunto si andará por ahí perdido en alguna caja... que no creo, porque mi madre no es muy diógenes con esas cosas. Creo que a Mía le chiflaría tenerlo. A ver si lo encuentro comprable por algún sitio.
Justo el viernes antes de Carnaval, que Mía estaba en casa malita con el estreptococo, nos marcamos juntas un Arlequín gigante (copiado al de la lámina que habían estado coloreando en clase y que la maestra Celmira, como hace siempre, había colgado orgullosamente en la pared de los trabajillos de alumnos).
Me consta que era la envidia del vecindario. Y es que nos quedó fetén.
Los lamidos de la lluvia de los días siguientes, cómo el agua fue borrando y mezclando los colores, produjeron un efecto casi tan interesante, tan digno de atención y curiosidad, como el arlequín primigenio.
Volvimos a repintarlo, días después, en blanco y negro (cuestión de abastecimientos), lo acompañamos de una Peppa Pig con casco, del Castillo de Disney, un par de gigantes con solo un ojo (¡son Polifemo! me asegura Andrés, que es el encargado de rellenar caras y los ha hecho así), un pulpo, una especie de oveja monstruo (también obra de Andrés) y montones de letras "M", que son últimamente, la especialidad de Mía. Martina contribuye con trazos coloreados.
Y de nuevo la lluvia nos borró nuestra creación.
Pero somos infatigables y ayer ya habíamos llenado de nuevo el espacio delante de la puerta de ingreso de mariposas, Peter Panes, Wendys, Campanillas (aquí el hadita se llama Trilli), pirañas aterrorizantes, letras M y arabescos coloreados.
Me dice mi amiga Patch que en Tiger venden tizas gigantescas, pero Tiger nos pilla bastante lejos. Veo en Amazon montones de cubos de tizas enormes, aunque a veces se quejan en las reseñas de que llegan todas rotas y hechas una pena (He caído y he comprado estas, no he podido resistirme a eso del efecto 3D, ¿funcionará?)
Tengo que seguir puliendo la técnica pictórica, a ver si un día conseguimos, como mi deshollinador favorito (con o sin ayuda de Mary), saltar dentro del cuadro, y acabar echando carreras supercalifragilisticoespialidosas.
PD: Cada vez que reveo Mary Poppins me acuerdo del disfraz que me regaló mi madrina de pequeña, que era justo el vestido que lleva la niñera "prácticamente perfecta en todo" cuando gana la carrera de caballos y le hacen una coreografía los pingüinos. Me chiflaba ese disfraz y me pregunto si andará por ahí perdido en alguna caja... que no creo, porque mi madre no es muy diógenes con esas cosas. Creo que a Mía le chiflaría tenerlo. A ver si lo encuentro comprable por algún sitio.
¡Qué bonito el arlequín!
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