¡¡¡¡No puedo dormir!!!!

Vale que a mediados de agosto hizo un calor inverosímil, vale que a veces los pequeñuelos se me aposentan a la altura de los pulmones y se ponen a bailar, lo que, obviamente, dificulta mi respiración, vale que mi vejiga debe medir ahora lo que una picota enana y apenas tiene sesenta minutos de autonomía, vale que una le da más vueltas al tarro cuando se empieza a acercar el parto, por ansiedad de que todo salga bien, por estar a la altura... Todo eso lo sé y lo asumo... pero ¡no puedo dormir! Duermo rematadamente mal. Me despierto cien veces y a veces me encuentro con paréntesis de insomnio que por más que cuente ovejitas no se deshacen, se quedan ahí, incordiándome en las horas en que debería estar roncando plácidamente.

Yo, haciéndome una foto a mí misma fingiendo que duermo
Os da una idea de las memeces que puedo llegar a perpetrar en mis horas de vigilia


Otras blogueras y mamás molonas me han confesado que una pasti de Caribán y mano de santo (por cierto, no dejéis de leer este blog, que es la pera) pero yo, de momento, intentaba mantenerme en lo natural-zen-remedio de abuela... y a lo que recurro es:

- A una ducha (he llegado a cuatro por noche en las más tórridas, psico total). Refrescar desde luego refresca y como baño en mi casa no tenemos, que suena como más relajante, por lo menos exorcizaba el calor. Luego me daba masajito para quedarme roque. A veces funcionaba.

- A mis audios preñiles de Circle & Bloom (Healthy Pregnancy & Deliver Program). Entre que son en inglés, que la moza tiene una voz algo monocorde y que no sólo te cuentan cómo tu embrión crece, sino que te medio hipnotizan haciendo que vayas relajando parte a parte de tu cuerpo a veces funcionan, a veces

- A abrazos al churro. Ya os hablé de cuánto le quiero.

- A un vaso de leche calentita con miel de azahar. No sé si hace falta que sea de azahar -esa es la que le recomendó a mi marido la señora del herbolario- y sí sé que esto me boicotea la dieta absolutamente pero debo decir que es de lo que mejor me está funcionando.

Lo que claramente no me funciona lo más mínimo: leer en el iPad (mi cónyuge sostiene que es el iPad el culpable de mis desvelos) y es que yo creo que la lucecilla y el tener tanto internet y tanta red y tanta cosa al alcance de mi dedo índice, me revoluciona un poco.
Ni siquiera si leo los libros más rollo que he comprado... y un día escribiré un post de libros... me lo apunto en las tareas pendientes.

Comentarios

  1. Qué ilusión que recomiendes mi blog, gracias, gracias, gracias... Es cierto que lo del caribán no es lo mejor, pero cuando una se desespera se convierte en buen aliado. Haces bien en tirar hacia lo natural, admiro tu aguante y, por cierto, me parto con el pie de foto!!! jajaja

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  2. A mí lo de la leche me funciona. Eso y que he vuelto al tajo (hasta que me den la baja, porfa que sea mañana, que sea mañana...) y creo que llego más cansada a la noche. Sobre la recomendación de tu blog, obligada. Gracias a ti por escribirlo y hacerme reír tanto (bueno, a mí y a tus múltiples lectoras, pero yo soy muy ególatra)

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