El mejor libro de preñez que yo he leído.
He leído (o al menos empezado y ojeado) un montón de volúmenes, webs y blogs sobre el embarazo y la maternidad y he hablado de ellos hace na y menos. Algunos son instructivos, otros son un poco aburridos y los hay alarmistas también (aterrapreñantes incluso, diría).
Entre ese maremagnum, una novelita, regalo de uno de mis estudiantes despistados (gracias, Alejandro) ha sido lo más bonito, más entrañable y más recomendable que ha caído en mis manos en estos nueves meses.
¿Y qué libro es? Llenos de Vida, de John Fante.
Fante es un autor imprescindible y genial. A mí siempre me toca el corazoncillo. El estadounidense, hijo de emigrantes italianos, que tantas veces recuerda su familia y sus orígenes y su niñez, no podía escribir cualquier cosilla de nada. Ahí están esa joya de 'Espera a la Primavera, Bandini' o el tesoro de 'Pregúntale al Polvo' o sus maravillosos cuentos de 'Al Oeste de Roma'... con semejante bagaje, cualquiera podía augurar que la edición de Anagrama seguro que contenía algo memorable.
En resumen, a mí me pareció una delicia.
No sólo por la entrañable estupefacción del escritor protagonista, el mismo Fante, entonces guionista de la Paramount y futuro papá, a ratos aterrado, a ratos solo desconcertado, a ratos ilusionado por lo que le viene encima... no solo por el maravilloso personaje de la madre gestante, en plena crisis espiritual y hormonal y física (cómo me suena todo, qué familar), ni por la soberbia e imborrable caracterización del abuelo, personaje casi mítico, tozudo, manipulador, amoroso pese a su genio, tan italianísimo como la abuela, supersticiosa, teatrera, maravillosamente real... No solo por lo tontuelos y amorosos que son todos, no por las carreras a urgencias con falsas alarmas o por el boquete en la cocina o por las charlas surreales con el sacerdote. No. Por algo más que no sé que es. Quizás por leerlo en el momento más oportuno.
No es cierto, aunque lo asegure la reseña de Anagrama, que el libro reflexione sobre el conformismo y la homogeneización de la clase media y la renuncia a las grandes esperanzas, no es verdad. Habla de la vida sigilosa, la que nos pasa a todos, con su milagro, su magia y su fabulosa capacidad de fascinación aunque esa vida transcurra en una casa de un suburbio de Los Ángeles, una villa plagada de termitas, entre una sospechosa niebla tóxica,y en aquella década desconcertante (la calma tras la tempestad) que fueron los años 50 estadounidenses.
Aquí podéis leer un fragmentito, a ver si os gusta o no.
LLENOS DE VIDA. John Fante
Barcelona, Anagrama.
traducción de Antonio Prometeo Moya
15 euros / bolsillo. 6,65
Entre ese maremagnum, una novelita, regalo de uno de mis estudiantes despistados (gracias, Alejandro) ha sido lo más bonito, más entrañable y más recomendable que ha caído en mis manos en estos nueves meses.
¿Y qué libro es? Llenos de Vida, de John Fante.
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| Si lo edita Anagrama, no puede ser malo nunca |
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| éste es John Fante |
No sólo por la entrañable estupefacción del escritor protagonista, el mismo Fante, entonces guionista de la Paramount y futuro papá, a ratos aterrado, a ratos solo desconcertado, a ratos ilusionado por lo que le viene encima... no solo por el maravilloso personaje de la madre gestante, en plena crisis espiritual y hormonal y física (cómo me suena todo, qué familar), ni por la soberbia e imborrable caracterización del abuelo, personaje casi mítico, tozudo, manipulador, amoroso pese a su genio, tan italianísimo como la abuela, supersticiosa, teatrera, maravillosamente real... No solo por lo tontuelos y amorosos que son todos, no por las carreras a urgencias con falsas alarmas o por el boquete en la cocina o por las charlas surreales con el sacerdote. No. Por algo más que no sé que es. Quizás por leerlo en el momento más oportuno.
No es cierto, aunque lo asegure la reseña de Anagrama, que el libro reflexione sobre el conformismo y la homogeneización de la clase media y la renuncia a las grandes esperanzas, no es verdad. Habla de la vida sigilosa, la que nos pasa a todos, con su milagro, su magia y su fabulosa capacidad de fascinación aunque esa vida transcurra en una casa de un suburbio de Los Ángeles, una villa plagada de termitas, entre una sospechosa niebla tóxica,y en aquella década desconcertante (la calma tras la tempestad) que fueron los años 50 estadounidenses.
Aquí podéis leer un fragmentito, a ver si os gusta o no.
LLENOS DE VIDA. John Fante
Barcelona, Anagrama.
traducción de Antonio Prometeo Moya
15 euros / bolsillo. 6,65
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